Sedación consciente en odontología
La sedación consciente es una combinación de componentes sedantes –que ayudan a relajar el paciente- y anestésicos para bloquear el dolor en la zona afectada. De esta manera, el paciente entra en un estado consciente de confort y bienestar permitiendo tolerar el tratamiento y la comunicación en todo momento con su odontólogo.
¿Para quién está indicada?
La indicación de la sedación consciente estará siempre bajo el criterio y vigilancia de nuestro especialista en anestesiología. Normalmente se recomienda en estos tres casos:
La sedación consciente está indicada para aquellos que sientan angustia o temor al tratamiento dental. Comprendemos esta situación y no queremos que se convierta en una mala experiencia. Lo primero para nosotros es que te sientas cómodo y seguro durante el tratamiento.
Cuando debemos realizar varios tratamientos sencillos a un paciente (empastes, limpieza profesional, endodoncias…), podemos unirlos en una sola sesión gracias a la sedación consciente. Esto evita que el paciente tenga que acudir a la clínica en varias ocasiones. En el caso de intervenciones con cirugía e implantes la sedación consciente es totalmente necesaria.
¿Qué beneficios me proporciona la sedación consciente?
Crea un ambiente de calma y relajación
Elimina el dolor y las malas experiencias
Aumenta la sensación de seguridad del paciente
Minimiza las molestias del postoperatorio
Permite la comunicación con el médico
¿Hay algún riego?
Contamos con anestesiólogos calificados para realizar la sedación consciente de forma segura. Si el paciente colabora y sigue las indicaciones del médico no debería haber ningún problema. Nuestro especialista monitorizará y cuidará del paciente durante la intervención.
Antes y después del procedimiento:
El paciente deberá seguir una serie de instrucciones antes y después de la intervención quirúrgica para evitar cualquier complicación.
Antes del tratamiento, el paciente deberá acudir a la clínica en ayunas. Después de la intervención, recomendamos que el paciente sea acompañado por un familiar o conocido y que no conduzca durante las 24h posteriores a la operación. El paciente también deberá esperar unas 3 horas después de la intervención para poder consumir líquidos y entre 6 y 8 horas para empezar a consumir alimentos.